Alma rebelde
Y salvaje
Que se libra
De cualquier jaula
Alma bella
Y brillante
Que ilumina
El más oscuro de los días
Ojos que reflejan el mundo
Con sed de horizontes lejanos
Anhelo de tierras desconocidas
Alegría del movimiento perpetuo
Sin anclajes
Solo quizá, un hilo
Invisible y delicado
Que te di como Ariadna
Confiando en que no lo soltarías
Un hilo precioso y frágil
Uniendo nuestras almas
Mientras espero tu regreso
Pajarito salvaje
No seré nunca jaula ni anclaje
Sino nido, abierto y cálido
Un refugio seguro
Siempre que quieras descansar